En un entorno familiar es común encontrar peleas entre los hermanos y otros conflictos que pueden darse, debido a que en la edad de la niñez es completamente normal presentar emociones de ira, frustración e irritabilidad y esto sucede, ya que, las funciones cognitivas encargadas de su personalidad todavía no están completamente desarrolladas. A partir de ello, surge el método de la Mesa de la paz el cual le permite a los niños desde edad temprana a dar solución a sus conflictos.
En qué consiste este recurso: ¿la Mesa de la Paz?
La Mesa de la paz se trata de una pequeña mesa con sillas a su alrededor para los niños y en la cual se colocarán algunos objetos, cada una con su respectiva función como los siguientes:
- Un Reloj de arena, este objeto puede permitir al niño relajarse y también comprender la importancia de permitir hablar a la otra persona.
- Un objeto relajante, como una pelota antiestrés, del que los niños pueden prescindir cada vez que hablan y les ayuda a calmarse.
- Un objeto de paz, como un corazón de goma, una pequeña planta o una posesión de interés sentimental que proporcione o represente la iniciativa de la Paz.
- Un objeto cuyo sonido relaje, divierta y se pueda utilizar como señal de que ya finalizo el problema y se le ha dado solución.
Este recurso no solo le permite al niño resolver problemas con los demás sino también le ayudará a identificar como sus sentimientos y lo calmará. En este aspecto, sería útil el libro «El monstruo de los colores», perfecto para los niños pequeños porque relaciona cada emoción con un color, y para niños más grandes, es ideal el libro “Emociones” ya que menciona los estados emocionales junto a imágenes.
¿Cómo dar uso a este recurso?
Es importante que el niño no perciba este espacio como un castigo sino como una oportunidad para tomarse un tiempo, relajarse y reflexionar, cuando su hijo se haya familiarizado con esta actividad de resolución de conflictos internos, podrá usarla para resolver conflictos interpersonales, animando a otros a acompañarlo y compartiendo los objetos de la Mesa.
El objetivo, es que los niños se sienten a la mesa y expresen sus sentimientos, respetando el turno de la palabra. Se puede utilizar el reloj de arena para marcar el tiempo y darle al niño que habla una pelota antiestrés. Cuando termine tu turno, debes devolvérselo al otro amigo. Lo más importante es que los niños expresen sus sentimientos con confianza, expliquen por qué se sienten así y, lo más importante, cómo quieren resolver el problema. También pueden comentar posibles soluciones y cómo se sentirían cuando las pusieran en práctica.
Si son pequeños es importante contar con la supervisión de un adulto que sirva como mediador, permitiendo el uso adecuado de la palabra. Siempre teniendo presente que su función no es juzgar sino permitir que los niños encuentren sus propias soluciones. Aunque el adulto puede establecer algunas reglas como: no gritar, no golpear, no insultar, interrumpir y no burlarse unos de otros las cuales conducirán a una buena convivencia.
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